Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

sábado, 7 de diciembre de 2013

PARA EL ADVIENTO

Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar (Gn 3,15)
Entrando en su presencia, dijo: —Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. En estas palabras hay una oferta, la oferta de un don y no un mero cumplido de cortesía. Ave, es decir, recibe gracia; no tiembles ni te preocupes de la naturaleza. Llena, ya que en los otros está la gracia, sobre ti vendrá toda la plenitud de la gracia juntamente. El Señor está contigo. ¿Qué significa el Señor está en ti? Pues que no vino con el simple deseo de hacerte una visita, sino que viene a ti en el nuevo misterio de su nacimiento. Por eso añadió muy oportunamente: Bendita tú entre las mujeres. Pues si en ellas la maldición de Eva castigaba las entrañas, ahora entre ellas se goza, es honrada y acogida la bendita María. Y de esta suerte ha venido realmente a ser por la gracia madre de los vivientes, la que antes era por naturaleza madre de los murientes.

San Pedro Crisólogo, Sermón 140 (CCL 24B, 847-849)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.