Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

viernes, 24 de enero de 2014

NUESTRA SEÑORA Y MADRE DE LA PAZ

Nuestra Señora de la Paz, Daimiel (Ciudad Real)
Virgen y Reina de la Paz,
Madre de los pobres y sencillos,
Esperanza de los que sufren en soledad,
Señora del Amor y de la Alianza.

Tú nos diste a Jesús, Príncipe de la Paz.
Él nos regaló su Eucaristía
y nos consagró a su Amor redentor.

Enséñanos a vivir con sencillez
las exigencias del Evangelio,
a servir con alegría
a todos los hombres nuestros hermanos,
a mostrarnos serenos en la Cruz,
y fieles a nuestro espíritu de adoradores.

Danos tu generosidad,
tu pobreza y tu humildad.
Danos tu amor al trabajo,
a la justicia y a la verdad.

Concédenos ser mensajeros de Paz,
en nuestra Comunidad, en nuestra familia
y en nuestra Patria,
para poder mostrar al mundo nuestra misión
de ser corredentores del Amor,
Hijos del Corazón de tu Hijo
y de tu Inmaculado Corazón.

Guarda hoy en tu Corazón pobre,
silencioso y disponible,
a esta familia tuya que quiere ser
constructora de paz, de alegría
y de amor en tu Iglesia.
Amén.

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