Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

sábado, 19 de agosto de 2017

CUARTA APARICIÓN - 19 DE AGOSTO DE 1917


Cuarta Aparición

Domingo, 19 de agosto, en los Valinhos

(La aparición no se realizó el día 13 en Cova de Iría porque el Administrador del Concejo apresó y llevó a Vila Nova de Ourem a los pastorcitos con la intención de obligarles a revelar el secreto. Los tuvo presos en la Administración y en el calabozo municipal)

Les ofreció los más valiosos presentes si descubrían el secreto. Los pequeños videntes respondieron:
-No lo decimos ni aunque nos den el mundo entero.
Los encerró en el calabozo. Los presos les aconsejaron:
-Pero decid al Administrador ese secreto. ¿Qué os importa que esa Señora no quiera?
-¡Eso no –respondió Jacinta con vivacidad-, antes quiero morir!

Y los tres niños rezaron con aquellos infelices el rosario, delante de una medalla de Jacinta colgada de la pared.

El Administrador, para amedrentarlos, mandó preparar una caldera de aceite hirviendo en la cual amenazó asar a los pastorcitos si no hacían lo que les mandaba. Ello, aunque pensaban que la cosa iba en serio, permanecieron firmes sin revelar nada. El día 15, fiesta de la Asunción, los llevó por fin a Fátima.

Habiendo ya contado lo que sucedió en este día, pasaré a hablar de la aparición que, según mi opinión, tuvo lugar el día 15 por la tarde. Como todavía no sabía contar los días del mes, puede ser que me equivoque. Pero tengo la idea de que fue el mismo día en que volvimos de Vila Nova de Ourem.

Estuvimos con las ovejas en un lugar llamado Valinhos, Francisco y su hermano Juan, acompañándome. Sintiendo que algo sobrenatural se aproximaba y nos envolvía, sospechando que Nuestra SEÑORA nos venía a aparecer y teniendo pena de que Jacinta quedaba sin verla, pedimos a su hermano Juan que fuese a llamarla. No quería ir, y le ofrecí dos veintenos y allá se fue corriendo. Entretanto, Francisco y yo vimos el reflejo  de luz que llamábamos relámpago y al instante de llegar Jacinta vimos a la SEÑORA sobre una encina.

-¿Qué es lo que quiere usted?
-Deseo que sigáis yendo a Cova de Iría en los días 13, que sigáis rezando el rosario todo los días. El último mes haré el milagro para que todos crean.
-¿Qué es lo que quiere usted que se haga con el dinero que la gente deja en Cova de Iría?
-Hagan dos andas, una para ti y Jacinta, para llevarla con dos chicas más vestidas de blanco y otra que la lleve Francisco con tres niños más. El dinero de las andas es para la fiesta de Nuestra SEÑORA del Rosario, y lo que sobre es para ayuda de una capilla que se debe hacer. (Andas usadas en Fátima y otros lugares no son para transportar imágenes, sino para recoger ofertas en dinero y en género)

-Yo quisiera pedirle la curación de algunos enfermos.
-Sí, a algunos los curaré durante el año.
Y tomando un aspecto muy triste, la Virgen añadió:
-Rezad, rezad y haced sacrificios por los pecadores, porque muchas almas van al infierno por no tener quien se sacrifique por ellas.
Y la Señora comenzó a subir como de costumbre hacia Oriente.


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