Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

sábado, 15 de noviembre de 2014

ACTO DE REPARACIÓN POR LAS BLASFEMIAS CONTRA LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

Sentimos que se nos parte el corazón al oír las horribles injurias y blasfemias contra Vos, ¡oh Virgen Dolorosa!

Gloriosísima Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, dirigid vuestra piadosa mirada a nosotros, pobres pecadores, que afligidos por tantos males como nos rodean en esta vida, sentimos que se nos parte el corazón al oír las horribles injurias y blasfemias contra Vos, ¡oh Virgen Inmaculada! ¡Oh, cómo ofenden estas voces impías la infinita majestad de Dios y de su unigénito Hijo Jesucristo! ¡Cómo provocan su indignación y de qué manera hacen temer los terribles afectos de su venganza! Si el sacrificio de nuestra vida sirviese para impedir tales ultrajes y blasfemias, gustosamente lo haríamos, porque ¡oh Madre nuestra Santísima! deseamos amaros y honraros de todo corazón, ya que es ésta la voluntad de Dios. Y por lo mismo que os amamos, haremos cuanto esté de nuestra parte para que seáis de todos amada y honrada. Entretanto, Vos, ¡oh piadosa Madre nuestra! Soberana consoladora de los afligidos, aceptad este acto de reparación, que os ofrecemos en nombre propio, en el de todas nuestras familias y aun por aquellos que, sin saber lo que dicen, impetrando de Dios su conversión, aparezca más manifiesta vuestra piedad, vuestro poder y vuestra gran misericordia, y también ellos se unan a nosotros para proclamaros bendita entre todas las mujeres, Virgen Inmaculada, piadosísima Madre de Dios.

Tres Avemarías

Indulgencia de cinco años. (S.C. de Indulg., 21 mar. 1885; S. Pen. Ap., 6 abr. 1935 y 10 jun. 1949)




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